La provincia de Viterbo se encuentra entre las fronteras meridionales de la Maremma Toscana y Roma. Llano al norte, el territorio se hace poco a poco más montañoso hasta los montes Cimini, para volver a descender hacia el Tíber, incluyendo también los lagos de Bolsena y de Vico. El paisaje es montañoso, lleno de valles, lagos volcánicos, bosques, castillos, pueblos encaramados y manantiales de aguas termales. Aún no invadida por el turismo de masas, la Provincia de Viterbo aún conserva el sabor genuino de la Italia de otros tiempos. Geográficamente corresponde enteramente a la Tuscia, el territorio en el que en época prerromana se establecieron los etruscos. Las huellas de su historia milenaria son visibles a lo largo de la antigua Via Francigena y en las diversas necrópolis diseminadas por el territorio, inmersas en una vegetación incontaminada. Luego, en la época medieval, siendo parte del Estado Pontificio, Viterbo y sus alrededores se enriquecieron con iglesias, castillos y murallas la mayor parte de las cuales bien conservadas y visitables. Expresión de la Tuscia renacentista son en cambio las valiosas villas de campo con sus sofisticados parques y jardines.
Habitaciones individuales y triples bajo petición.